jueves, 28 de abril de 2011

Humano = animal+intelecto



Fuente: http://a3.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc6/217613_1991299099241_1146286989_2489322_5744826_n.jpg


Tardé un poco pero finalmente armé un bosquejo de lo que quería exponer sobre la convivencia del animal y el intelecto en un mismo cuerpo y llevarlo a temas caseros.

Dado que no he querido contaminar mi análisis con estudios previos e hipótesis que posiblemente estén ampliamente trabajadas y desarrolladas, simplemente comenzaré con lo que el sentido común y la experiencia arrojaron como líneas para estos párrafos. Por lo que declaro este artículo como especulativo.


El Animal. Tal como es de esperarse, despierta, se alimenta, se defiende, se multiplica y descansa. En este último punto podemos agregar los temas relacionados con el ocio y entretención


El Intelecto. Nos hace bañarnos, vacunarnos, planchar y vestirnos con más de una tenida, estudiar, conversar, planificar, trabajar por dinero, realizarse como personas, cortarnos el pelo y afeitarnos, elegir lo que comemos, controlar la natalidad, casarnos, elegir una creencia, elegir lo que es sagrado, digno y moral, como así también lo que no lo es.


¿Cuáles son las cosas que se encuentran al momento de mezclar ambas?
Desde los vicios ilegales, pero divertidos, hasta cuidar a los hijos y la pareja (esto último explicado en el artículo El sentido de la vida), incluso cuando sean odiosos, irrespetuosos, consumidores de recursos que a duras penas consigues. :P


Cuando se tiene claro la separación de ámbitos, cada acción o evento que nos rodea afecta tanto a uno como a otro, pocas veces en el mismo sentido.
No sé si sea necesario dar ejemplos, pero mientras escribía recordaba que es ampliamente conocido que las mujeres, al momento de su primera relación sexual, sienten más dolor que placer. Allí, el intelecto indica que la acción "duele" y que algo anda mal, pero el animal necesita continuar.

¿Qué nos acerca más a un polo u otro dentro de este equilibrio? Algo que los investigadores le llaman la amígdala cerebral.
Una parte del cerebro que contiene los impulsos animales, pero no automáticamente, si no que en base a las experiencias y a la moral aprendida durante la vida.

Este, a mi entender este es el verdadero PILOTO de nuestro cuerpo. Es el Juez que puede controlar los impulsos animales deteniéndolos o liberándolos de acuerdo a la información y experiencia que el ser intelectual pudo recabar. El que les falla a los psicópatas y se deteriora con el abuso del alcohol y las drogas1.


El animal se defiende o reprime cuando lo atacan por medio de bullyin
El intelecto actúa en el entorno cuando indica que el bullyin no debiese permitirse.
El animal saca pecho y habla ronco para aparentar ser seguro y atractivo
El intelecto reconoce el sarcasmo y la ironía en una frase sonriente.
El animal golpea a los hijos cuando no dejan de llorar.
El intelecto ordena sus horarios y ritmos, dosificando esfuerzo para no desfallecer.
El animal se beneficia de los recursos
El intelecto reforesta para tener mañana.

Cada persona juzga y es juzgada por lo que hace, no por lo que piensa, por lo que es importante que el piloto le de más crédito al intelecto que al animal, aún cuando debe comprender que el animal DEBE ser escuchado y atendido, no neutralizado (cosa que tristemente demuestran los curas y sus constantes abusos sexuales).

¿Qué tanto escuchas a tu animal y cuánto escuchas a tu intelecto?
Acá un par de videos no-científicos para mostrar extremos. Espero tengan misericordia de lo burdo pero presente que está el asunto en el día a día.





1. Acá un estudio interesante donde afirma que bajo los efectos prolongados del alcohol se pierde la capacidad de identificar expresiones faciales, lo que haría erráticas las señales de un joven y su eventual conquista

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